Tuesday 5 May 2009

La Lapicera

Cuentito que escribí hace ya varios años que publico por el mini-concurso de cuentos en El sucucho de Leo. Espero que les guste =)



La Lapicera


“Dos cosas son infinitas:
el universo y la estupidez humana;
y yo no estoy seguro sobre el universo.”
Albert Einstein

Estoy escribiendo tonterías. Sí, ya lo sé. No necesitas decírmelo. ¿Por qué no me detengo? Te diré porqué. Porque no puedo. Porque mi mano se mueve y se mueve al ritmo de esta lapicera endemoniada que ves aquí entre mis dedos.
Y yo, ya no sé que hacer. Lo intenté todo. ¿Qué- qué es lo que hice? Es mejor preguntar qué es lo que no hice.
Lo primero que intenté fue hacer palanca con una regla que encontré por ahí, pero, después de un rato, me di cuenta que era inútil. La regla no servía.
Mientras la lapicera seguía escribiendo y guiando a mi mano, divisé, en una de las paredes de la sala, una sierra eléctrica. Por suerte, no necesitaba enchufarse porque, como puedes ver aquí, no hay instalaciones eléctricas. Bueno, la cuestión es que la sierra hizo mucho ruido, mucho “rrrrrrr” y nada a la lapicera. No podía creerlo. La lapicera no tenía ni un rasguño. Al final tuve que resignarme. La sierra era tan útil como la regla. Y, desde ya, sin pensarlo dos veces, deseché la idea de usar una tijera, porque si no anda una sierra eléctrica, mucho menos una tijera.
Luego se me ocurrió usar una sopapa. Por más que tiraba y tiraba de la lapicera, esta no se despendía de mi mano, pero, mejor, ni te cuento. Definitivamente no funcionó.
Después, desesperado, decidí poner fin a mi vida. Allí, tentadora, estaba la gran ventana. Pensé que no sería doloroso atravesar el vidrio de la ventana y caer a un suelo, que quedaba cuarenta metros más abajo.
No pensé en nada; sólo en mi deseo de verme libre de esta maldita lapicera. Tomé carrera y me lancé en una corrida que a cada momento se tornaba más rápida. Casi tocando el vidrio, cerré los ojos en espera de la colisión.
“¡¡¡Tuc!!!” No sólo no rompí la ventana, ni caí los cuarenta metros hasta el suelo, sino que choqué con algo invisible y me deslicé, tal y como había chocado, lentamente hasta quedar sentado en el suelo, con la lapicera todavía en movimiento. Tardé en identificar el material de la barrera incolora, pero después de un rato de examinación, por mi parte, llegué a la conclusión ( y cuando me di cuenta de que se trataba me quise morir ahí mismo) de que no era de vidrio la ventana, sino de plástico. Un plástico que me impidió la libertad. Desanimado, no intente nada más. Realmente, a pesar de todo lo que había intentado, no pude detener a la lapicera.
Y se debe notar que mi inteligencia no es bella porque sino, no estaría aquí, atrapado por esta broma, que ya no es broma, sino una maldición literaria, impuesta por mi estupidez.
¿Qué-qué es lo que hice? Yo. . . yo, realmente, no sé. Yo me acuerdo que aquella mañana de Marzo o Abril (mire como ya he perdido la cuenta), me junté con unos amigos y nos dirigimos a esta torre, recién aparecida entre los pastos del campo, bien lejos de la ciudad. Una vez aquí, subimos las largas escaleras y nos encontramos en esta habitación. Aquí sólo se encontraban este escritorio de marfil, unos cuadernos y la lapicera que tengo en la mano. Yo, curioso (maldigo cien veces mi curiosidad), tomé la lapicera y escribí mi nombre en el primer cuaderno y, ahí, fue cuando perdí mi libertad. Ahora soy un esclavo de mi mano que lo único que hace es moverse y escribir las tonterías que ya has notado anteriormente.
¿Y qué pasó con mis amigos? No lo sé. Al principio, se reían, pensando que era una broma. Pero salieron corriendo cuando comprobaron que no podía parar de escribir. No intentaron ayudarme.
Veo que miras tu reloj. ¿Te tienes que ir? Te comprendo. No sabes cuánto me gustaría salir de aquí. Pero antes de que te vayas, ¿no me harías un favor? ¿No tendrías una idea de cómo deshacerme de la lapicera?
¿Qué si probé con sólo soltarla? No, no lo hice. Lo intentaré. Gracias por visitarme y por la idea. No se me había ocurrido.

1 comment:

  1. Buenísimo Vane! Pero hiciste trampa porque lo escribiste hace mucho :P

    Gracias por participar de este afamado (no afanado) certamen.

    Saludos!

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