Esas canciones que se te pegan...

Un hecho de la vida del que no puedo dudar es que siempre tenemos una canción pegada en la cabeza. Mi problema con esto es que la mayoría de las veces la canción o no me gusta o la escuché tantas veces que no quiero saber nada de ella. Por ejemplo, últimamente tengo clavada en mi cerebro la canción de Mana, Bendita tu luz, que tuve que cantar con el coro en un casamiento. Todo bien con la música y la letra pero ya me tiene harta. No hay vez que prenda la radio en que no se escuchen estos conocidos acordes...
O la vez en que se me pegó el clásico "Clavo que te clavo la sombrilla" de la propaganda veraniega del antiguo CTI. Ese período fue bastante vergonzoso porque me encontraba cantando esa canción en más de una situación que me hacía quedar desubicada...
Y lo peor de tener canciones pegadas en la cabeza es que no podés controlarlo. Inconscientemente la cantas sin importar el lugar ni la compañía con la que estes. Empezar a cantar "I'm too sexy for my skirt, too sexy for my..." en compañía del profe no es lo más aconsejable para causar una buena impresión... Pero la cuestión es que la canción se te pegó y ya está, en cualquier momento distraido ya salen de tu boca los acordes desafinados de la canción.
Un intento de mi parte para separar este injerto de mi cabeza es encontrar otra canción pegadiza y que tenga ganas de escuchar. De esa manera uno debería poder lograr, en teoría, deshacerse de la canción que lo viene a uno persiguiendo... Pero en la práctica, no funciona: mientras estás concentrado parece funcionar, pero al menor descuido, ya volvió... Pareciera que hay que hacerse una lobotomía para eliminarla de la memoria...
Pero mientras consigo otra solución más placentera parece que seguiran sonando en mi cabeza los benditos acordes del bendito Mana...