No puedo decir que tenga LA experiencia en viajes, pero la que tengo me ha permitido sacar las siguientes conclusiones:
1.- "No importa que la ruta esté despejada durante el viaje, SIEMPRE que llegues a una curva o a una subida va a haber un camión."Todavía me cuesta creerlo pero creo que las veces que esto no se cumplió las puedo contar con los dedos de una mano. No hay forma de entenderlo pero siempre es así. Uno está viajando tranquilo con su auto contento porque la ruta está despejada y puede ir a la velocidad que desee (Si sos argentino, seguro que por arriba de 120km/h. Sí, es así. Vamos, no lo niegues. Nadie te cree.) y siempre que llegas a una curva hay una especie de PLOP y ahí está el camión en medio de la curva, con lo cual automáticamente tenés que reducir la velocidad a 80km/h. Se empieza a formar la clásica fila de autos detrás del camión. Y apenas salen del área de la curva o colina, cada auto trata de pasar al camión antes que el otro. Y obviamente cuando pasa eso, por la vía opuesta empiezan a pasar todos los autos que no pasaron en todo el camino. Mi gran pregunta es: de donde m%&#@ salen todos esos autos y el p#$% camión?
2.- "El microambiente del Micro/Omnibus siempre va a ser opuesto al tipo de ropa que uno use para viajar"No sé si le pasa lo mismo al resto de la población, pero cada vez que viajo en micro nunca le pego a la ropa adecuada para viajar cómodamente en estos vehículos. Generalmente, cuando es verano por ejemplo (como esta última vez que viajé) uno se viste adecuadamente para ese clima, a.k.a remera y jeans. Ahora, uno esperaría que en el micro con este atuendo y siendo verano, se pudiera estar cómodo. WRONG!!! El conductor pone el aire acondicionado a más no poder y uno se muere de frío. Y como es verano, uno no lleva ropa de abrigo porque... porque simplemente no la lleva. A quién se le ocurre que en el micro va a ser -8°C haciendo 30°C en el exterior? (Bueno, sí, 30°C es exagerar, pero bueno, es verano!!) Es más, creo que el otro día se asemejaba a una cámara criogénica. Seguro que envejezco unas 9 horas más tarde de lo que debería por el frío que pasé. Me hizo sentir un poco "preservada" xD
Por otro lado, cuando es invierno uno está vestido para esa estación del año. Por ejemplo, eso para mí significa por lo menos una polera. Ahora cuando uno se sube al micro y este sale hacia su destino, el chofer siempre tan amable pone la calefacción.Y por ende uno se muere de calor. si bien uno lleva puesta bastante ropa porque lo obliga el clima, llega un momento en que ya no es decente sacarse más ropa!! Y uno termina mueriendose de calor. No sé en qué estación del año prefiero viajar...
3.-"No importa cuán promisoria sea la cena del avión, el desayuno va a ser espantoso" (Hay algunas pruebas que la refutan. Faltan más datos para que la destituyan totalmente)Generalmente, la comida en los aviones no suele ser la mejor. No queda otra opción, así que uno se la come. En un viaje pasado, me sirvieron una especie de lomo con una salsa muy rica y arroz de acompañamiento. Muy rico. Pero lo que fue el desayuno... por Dios! Cosa más fea no creo que pueda haber. Era una especie de factura pero nada que ver, con un gusto mezcla rara, pero que definitivamente no era gustosa.Por suerte, hay veces en que la compañía aérea te sorprende y te sirve una cena comparable a la de un restaurant cuatro estrellas. Como por ejemplo, en este último viaje en avión que hice nos sirvieron fideos a la crema de champignones, ensalada de arroz, arvejas, queso, jamón y choclo. De postre: un pedazo de torta de limón con crema. De lo mejor. Me sorprendió. Y el desayuno... oh, la la. Una medialuna salada con jamón adentro y una tableta de chocolate con leche Bonafide!!
4.- "Apenas termines el almuerzo/cena, empezará la turbulencia"Believe me, no querés pasar por eso. Es como subirse a una montaña rusa apenas terminaste de comer el postre después de un asadito completo. Las consecuencias son previsibles. Todo lo que había bajado... vuelve a subir. Oh, gosh, agradezco ser resistente... Las nauseas no son nada divertidas, ja!
Hay alguna que otra conclusión, pero en este momento no se me ocurren y además se me fueron las ganas de escribir...Pero eso sí, no importa todo lo que haya pasado durante el trayecto a la ciudad de tu destino. Son muy pocas las veces en la que no es worth it.
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